La Ciencia de la Felicidad: ¿Cómo Construirla de Forma Intencional?
Siempre nos han hecho creer que la felicidad es una chispa momentánea, un golpe de suerte o algo que llega cuando conseguimos lo que queremos. Pero, ¿y si la felicidad fuera una habilidad que se puede cultivar? La ciencia, en especial la Psicología Positiva y la Neurociencia, lo tienen claro: la felicidad es un estado de bienestar general, duradero y subjetivo que se construye con acciones intencionales.
En este artículo, te desgranamos los secretos de la felicidad y te damos las claves para pasar a la acción.
¿Cómo se define la Ciencia la Felicidad?
Los científicos distinguen entre dos tipos de felicidad, herederas de la filosofía griega:
- Felicidad Hedónica (Placer y Satisfacción): Es la que experimentas con placeres inmediatos y la ausencia de dolor. Es una vida agradable.
- Felicidad Eudaimónica (Propósito y Realización): Va más allá del placer. Se refiere a encontrar un sentido profundo, un propósito vital, crecer como persona y vivir de acuerdo a tus valores. Es la sensación de “florecimiento humano”.
La verdadera felicidad perdurable nace del equilibrio entre ambas.

El “Cuarteto de la Felicidad” en Tu Cerebro
La felicidad también tiene una base química en nuestro cerebro. La neurociencia nos habla de cuatro neurotransmisores clave, el “cuarteto de la felicidad”:
| Neurotransmisor | Función Principal |
|---|---|
| Dopamina | Motivación, recompensa y placer. Es la que te impulsa a buscar i conseguir metes. |
| Serotonina | Estabilidad emocional, bienestar i regulación del estado de ánimo. |
| Oxitocina | Vínculos sociales, confianza i afecto. “La hormona del abrazo”. |
| Endorfinas | Reducción del dolor i sensación de euforia (el “subidón” del deportista). |
La buena noticia es que tus hábitos y decisiones pueden estimular la producción de estas sustancias, reforzando los circuitos neuronales del bienestar a través de la neuroplasticidad.
La Fórmula de la Felicidad: El 40% que Sí puedes Controlar
Una de las teorías más influyentes, apoyada por libros como “La Ciencia de la Felicidad” de Sonja Lyubomirsky, propone que nuestra felicidad se compone así:
- 50% – Punto de Referencia Genético: Es tu línea de base, la tendencia innata a volver a un nivel de felicidad determinado por tus genes
- 10% – Circunstancias de la Vida: Tu situación económica, el lugar en el que vives, tu trabajo… Sorprendentemente, estos factores externos tienen un peso mucho menor de lo que pensamos, porque nos acostumbramos rápidamente a las mejoras (adaptación hedónica) y las dejamos de valorar.
- 40% – Acciones y Pensamientos Intencionales: Aquí radica el verdadero poder. Es lo que haces y cómo piensas cada día. Éste es el terreno de juego donde puedes marcar una diferencia real y duradera.
12 Estrategias Científicas para una Vida Más Feliz
Este 40% de control se concreta en acciones específicas. La investigación en Psicología Positiva identifica 12 actividades que, si se practican de forma consistente, elevan tu nivel de felicidad:
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Expresar Gratitud: Dedica un momento cada día a reconocer y agradecer lo bueno que tienes. Un diario de gratitud puede cambiarte la perspectiva.
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Cultivar el optimismo: Entrena tu cerebro para esperar resultados positivos y encontrar la oportunidad en las dificultades.
- Evitar la Rumiación y la Comparación Social: Deja de dar vueltas a los problemas y compararte con los demás. La distracción saludable es tu aliada.
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Practicar la Amabilidad: Los actos de bondad, grandes o pequeños, generan bienestar tanto en quien los recibe como en quien los realiza.
- Cuidar las Relaciones Sociales: Invierte tiempo y energía de calidad en tu familia y amistades. Son un pilar fundamental de la felicidad.
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Desarrollar Estrategias de Afrontamiento: Aprende técnicas para gestionar el estrés y la dificultad, construyendo tu resiliencia.
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Aprender a Perdonar: Liberar el enfado y el resentimiento te libera a ti mismo de una carga tóxica.
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Buscar el Estado de “Flow”: Sumérgete en actividades que te cautivan completamente, donde pierdes la noción del tiempo (un hobby, deporte, proyecto…).
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Saborear las Alegrías: Detente deliberadamente a disfrutar y extender los momentos positivos del presente.
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Comprometerte con Metas Significativas: Persigue objetivos que estén alineados con tus valores y te hagan sentir vivo.
- Practicar la Espiritualidad o la Religión: Para quien se identifique, son una fuente de consuelo, propósito y comunidad.
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Ocuparte de Tu Cuerpo: El ejercicio regular, la meditación y una buena higiene del sueño son fundamentales para una mente sana.
Conclusión: La Felicidad es un Viaje, No un Destino
La felicidad no es un objetivo que se conquista y está. Es un camino que se construye día a día a través de decisiones conscientes. No se trata de ignorar el dolor o emociones negativas, sino de cultivar las condiciones interiores y exteriores que te permitan fluir, integrando todas las facetas de tu vida.
MARC CORRAL PLAZA
Psicólogo Clínico y de Organizaciones.

